Spanish Information about my new book- Informacion es Espanol sobre mi nuevo libro sobre la testosterona

Introducción
Mi relación con la sustitución hormonal ha sido larga y fructífera. Yo fui diagnosticado con testosterona baja en 1993, a la edad de 34, luego de haber estado viviendo con VIH por 11 años. Yo había perdido 14 libras (6,35 Kg) involuntariamente, me sentía cansado y deprimido, y no tenía deseo sexual en lo absoluto. Estaba convencido que ese sería el comienzo del fin para mi. Muchos de mis amigos con VIH comenzaron a verse como esqueletos debido al síndrome de desgaste, una pérdida de peso corporal severa e involuntaria. Y luego varios murieron. Yo comenzaba a creer el mito de que sentirse cansado y terminar siendo huesos era normal si uno es VIH positivo.
Afortunadamente, en Los Angeles conocí hombres VIH positivos en grupos de apoyo, quienes ya estaban usando testosterona de manera clandestina. Ellos presumían sobre lo grandioso que se sentían y se veían. Para ese entonces, yo estaba aterrorizado de considerar la hormona, ya que había escuchado que ésta causaba cáncer prostático y hepático, destruía el sistema inmunológico, y supuestamente inducía una “furia esteroide” horrible. Finalmente me convencí de tomar un riesgo controlado cuando mi miedo a morir por desgaste se tornó más fuerte que mi miedo a los esteroides.
Pude conseguir un poco de cipionato de testosterona e hice que un amigo me ayudara a inyectar 200 mg en la parte superior de mi nalga. Después de dos inyecciones (con una semana de intervalo), comencé a mejorar: Mi mente estaba menos nublada, mi apetito sexual estaba regresando, mi depresión disminuyó y mi pérdida de peso se estabilizó. Me sentí como si estuviese vivo de nuevo y recobré mi apetito, no sólo por la comida, sino por la vida en sí. Lo que yo pensaba que eran síntomas de deficiencia inmunológica, eran síntomas de tener testosterona baja. Comencé a sentirme como debería sentirse un hombre saludable de 34 años. Con la ayuda del ejercicio y la nutrición adecuada, pude aumentar 35 libras (15,88 Kg) de masa corporal magra, aún con el virus del VIH no controlado en mi sangre. Tuve esperanza otra vez.
Mi increíble transformación me inspiró a leer todo lo que pude sobre la testosterona y los andrógenos en publicaciones médicas. Esto inició una travesía que me ha llevado a través de 16 años de autoeducación en la materia. En 1999 coescribí un libro llamado “Hecho Para Sobrevivir: Una Guía Integral para el Uso Médico de Hormonas Anabólicas”, con Michael Mooney, sobre los usos médicos de andrógenos, ejercicio y nutrición para contrarrestar el desgaste relacionado al VIH y mejorar la calidad de vida. Después del lanzamiento de ese libro, recibí muchos correos electrónicos de hombres saludables VIH negativos con preguntas sobre la testosterona. Me di cuenta que la información recolectada por nosotros sobre el VIH era invalorable también para hombres sin el virus. Así que decidí escribir este libro para todos los hombres que necesiten ayuda, independientemente de su estado de salud.
Desde su descubrimiento a principios del siglo XX, el mundo ha aprendido mucho sobre la testosterona. Desafortunadamente, la testosterona es, también, quizás una de las hormonas menos comprendidas en la medicina. El estigma, el rechazo y la errada definición han sido barreras para que la mayoría de los hombres consideren su uso – aún con la presencia de todos los síntomas debilitantes de la deficiencia de testosterona (hipogonadismo). Estos miedos han sido exacerbados por unos medios de comunicación que equiparan el suplemento de testosterona con la agresión y con los atletas que abusan de él, así como también por los médicos que tienen poca comprensión acerca de la terapia de reemplazo de testosterona (TRT).
Los resultados de uno de los estudios más grandes que se han realizado en deficiencia de testosterona, el estudio de Hipogonadismo en Hombres (HIM, por sus siglas en inglés), publicado en el 2006, estimó la prevalencia general de hipogonadismo en los Estados Unidos en aproximadamente 39 por ciento en los hombres de 45 años o más. Estimaciones recientes muestran que 13 millones de hombres en los Estados Unidos pueden experimentar deficiencia de testosterona, sin embargo menos del 10 por ciento recibe tratamiento para esta condición. Entonces ¿Por qué tantos hombres están recibiendo tratamiento para hipogonadismo?
Tenga en cuenta que los hombres se caracterizan por no visitar a los doctores proactivamente. Y considere también que los dos síntomas principales de deficiencia de testosterona, la depresión y la disfunción sexual, son temas que hacen sentir incómodos a la mayoría de los hombres, inclusive al discutirlos con sus médicos. Así que, aunque él se sienta lo suficientemente mal como para acudir finalmente al doctor, un hombre probablemente está más dispuesto a recibir un golpe físico en el estómago, que uno en sentido figurado, al admitir abiertamente que tiene problemas con su desempeño sexual o su estado de ánimo.
Muchos hombres sufren, sin necesidad, estos problemas que afectan dramáticamente su calidad de vida y su relación con otros. Tanto la depresión como la disfunción sexual han sido relacionadas con factores de riesgo cardiovascular que afectan no sólo el tiempo de vida, sino lo más importante, la calidad de ésta. Envejecer y mantenerse saludable e independiente es, con seguridad, el deseo de todos. Este libro le proporcionará una de las piezas del rompecabezas sobre cómo alcanzar esta meta.
Desde mi último libro, muchos estudios han demostrado que la testosterona es una hormona importante y relativamente segura para aquellos con deficiencia de testosterona que son monitoreados por un médico capacitado. Los nuevos productos, como los geles de testosterona, han penetrado el mercado y han ayudado a aumentar, entre los médicos, el conocimiento sobre la testosterona. Pero la satanización de esta hormona y de sus moléculas primas, los esteroides anabólicos, no ha desaparecido, mayormente debido a miedos infundados por la falta de información. Lamentablemente, los medios de comunicación y el Congreso de los Estados Unidos se han enfocado en la testosterona empleada por los atletas que utilizan estos compuestos en dosis altas sin consultar a médicos capacitados. Esta histeria de los medios de comunicación quizás se sume al miedo a los efectos secundarios de la testosterona, presente en las mentes de los pacientes potenciales que viven con hipogonadismo, quienes están sufriendo sin necesidad y en silencio.
Además de obtener información de diferentes opiniones, he probado, deliberadamente, la mayoría de los productos que menciono en este libro para brindar datos prácticos de cada uno de ellos. En los últimos 16 años, también he tenido la fortuna de aprender, vía Listserv en-línea y conferencias, de experiencias de muchas personas que utilizan estos productos. Es mi esperanza que este libro ahorre tiempo y trabajo a los lectores, evitando errores costosos, tiempo perdido y sufrimiento innecesario. Traté de escribirlo en un lenguaje accesible. Mis sugerencias no tienen la intención de ser consejos médicos, y le ruego firmemente a cada lector buscar la opinión de un doctor calificado y capacitado, antes de iniciar cualquiera de las soluciones de salud reseñadas en este libro.
También he incluido información útil sobre programas de asistencia al paciente y cómo conseguir médicos capacitados en la terapia de reemplazo de testosterona para ahorrar dinero y tiempo valioso para los hombres en búsqueda de soluciones a su hipogonadismo.
A pesar que este libro se enfoca en hombres, usted notará que he incluido alguna información sobre la testosterona en mujeres. Hasta el 2010, no existen productos de testosterona para mujeres aprobados por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés), sin embargo, algunos doctores han estado recetando dosis pequeñas en cremas compuestas especialmente para la ausencia de libido en mujeres. Existen, inclusive, algunos productos en estudio y próximos a potencial aprobación para mujeres.
Por favor no dude en escribirme vía mi página web TestosteroneWisdom.com, una página creada para proporcionar información actualizada tan pronto como se encuentre disponible. Asimismo, por favor hágame saber lo que piensa, publicando su opinión en amazon.com.
Deseándole excelente salud y prosperidad.
Nelson Vergel.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *